domingo, 23 de noviembre de 2008

NOVIEMBRE 2008

20 DE NOVIEMBRE

NUESTRA SEÑORA DE LA DIVINA PROVIDENCIA

Un buen día se ven pasar por las calles del barrio de San Bernardino, de Tortona, a los jóvenes de la casa San Luis, (que querían seguir los estudios sacerdotales, pero no tenían dinero para pagarse el seminario), llevando procesionalmente una estatua de la Virgen de los Dolores. Es un regalo que le han hecho a Don Orione. La imagen tiene una espada clavada en el corazón: los niños se la quitan.
-Es que no queremos que sufra mas –dicen- nosotros le daremos consolaciones.
Así, la Virgen de los Dolores se transforma en la Virgen de la Divina Providencia, la patrona y protectora de la naciente Obra.

NOVIEMBRE 2008

CONFIANZA EN MARÍA



Siempre y en toda circunstancia la plegaria de Don Orione se dirige confiadamente a la Santísima Virgen, y así quiere que lo hagan todos los suyos. Le suplica porque necesita colaboradores; y el Obispo se lo da, entre ellos a Carlos Sterpi, su mano derecha por más de cincuenta años y primer sucesor. Un “regalo” de la Virgen.Urgido un día por una pesadísima deuda, recurre a ella; y con filial confianza se atreve a poner en las orejas de la estatua de la Virgen de la Divina Providencia los aros de su madre. Y el dinero necesario para cubrir la deuda, llegará puntualmente. Llevará a sus jóvenes en peregrinación al santuario que se erige en la cumbre del Monte Spineto. Subirá la cuesta cargando sobre sus hombros una pesada carga, en señal de penitencia.

NOVIEMBRE 2008

DEL BAILE AL CEMENTERIO
CORTO ES EL SENDERO . . .




En cierta ocasión, Don Orione esta predicando en la fiesta de la Virgen de los Dolores. Mientras pasaba por vuestro pueblo, dice desde el pulpito con vivo ardor, teniendo en la mano una calavera, he visto preparado el lugar del baile . . . Saben bien que el obispo lo ha prohibido; también he visto que el cementerio esta cercano a ese sitio. Recuerden bien esto: ¡Del Baile al cementerio corto es el sendero! Repitan conmigo estas palabras . . . Los fieles repitieron en coro la misma frase.
Al acabar el baile una muchacha de 19 años se siente mal; pocos días después muere y el funeral pasa por el lugar del baile. Este hecho, todavía hoy, es recordado por muchos.