jueves, 20 de marzo de 2008

¡ FELIZ PASCUA DE RESURRECCION !

¡Cristo resucitó!
Abramos nuestros horizontes
Desde la Argentina, Don Orione escribe esta carta a sus religiosos y amigos con ocasión de la Pascua de 1935.
¡Cristo ha resucitado! ¡Resucitemos con El! Abramos nuestros horizontes, levantemos nuestro espíritu a todo lo que representa una vida superior, a todo lo que sea luz, belleza, bondad, verdad y santidad! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Cristo ha resucitado! Acudamos a El: Sólo Él tiene regeneradoras palabras de vida eterna, y esa ley de amor y libertad, esperanza de crecimiento y salvación para todos los hombres, y todos los pueblos. Hermanos, los pueblos están cansados, desalentados; sienten que la vida sin Dios es efímera y vacía. ¿Estamos a las puertas de un gran renacimiento cristiano? Cristo tiene compasión de las muchedumbres: Cristo quiere resucitar, quiere volver a ocupar su lugar: Cristo avanza: el porvenir es de Cristo!

¡ FELIZ Y SANTA PASCUA
DE RESURRECCION !
" LLENA DE LA PAZ DEL SEÑOR "

sábado, 15 de marzo de 2008

MARZO 2008

JORNADA MISIONERA ORIONITA 2008
“Corazón sin fronteras”

...“El esplendor y el amor divino no me quema, pero me templa, me purifica y sublima y me dilata el corazón, de esta manera quisiera apretar en mis pequeños brazos humanos todas las criaturas para poder llevarlas a Dios” (S. Luís Orione 31-08-1931)

Esta jornada querida por toda la familia Orionita (FDP, PHMC, ISO y MLO) y relanzada en marzo del 2006 tiene un triple objetivo:
– recordar que todos los bautizados están llamados a la misionariedad;
– dar a conocer y difundir las misiones orionitas y sus proyectos,
– sostener con la oración y con gestos concretos de solidaridad nuestras actividades misioneras.
• Para el 2008 la JMO – Jornada Misionera Orionita – está fijada para el día 9 de marzo, el domingo más cercano al 12 de marzo. Ese es el V domingo de cuaresma, tiempo litúrgico que favorece la penitencia, la oración por las misiones y las vocaciones misioneras y la cosecha de todos los medios para realizar los Proyectos Misioneros.
Si bien la JMO se realizará en un solo domingo, sería oportuno, en el caso que sea conveniente, aprovechar todo el mes de marzo, mes Orionita, para valorizar este tema misionero.
• En sintonía con el tema del año pasado: “Amar siempre y dar la vida cantando al amor” y en comunión con la iglesia y la Jornada Misionera Mundial del 2007: “Todas las iglesias para todo el mundo”, elegimos como slogan el tema: “Corazón sin fronteras”. ( http://www.suoredonorione.org)

1968 – 6 de Marzo – 2008
ANIVERSARIO DE NUESTRO COLEGIO

EN TUCUMAN

¿Cómo comenzó? Si bien es cierto que el Reverendo Padre Juan Siviero, soñaba con una guardería para los hijos de las madres trabajadoras de la humilde Villa Urquiza, grande fue su alegría al recibir la noticia de autorización por parte de la Secretaria de Ecuación para abrir dos salas de Jardín de Infantes, dos secciones de primer, segundo y tercer grado. El local se construyo dentro del predio del Pequeño Cottolengo, con el apoyo de Bienhechores y Amigos de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, iniciando el período lectivo de 1968 un 6 de marzo; siendo su primer Director el R.P. Roque Tonoli, siguiéndole desde 1970 a 1987 el R.P. José Punta, continuando el R.P. Roberto González hasta el año 1991. Estos sacerdotes cimentaron el prestigio de la institución, bregando por el crecimiento y estabilidad dentro del ma rco de “Caridad”, fundamento de la Obra de Don Orione, que expresaba: “ A la sombra de cada campanario se levantara un colegio católico para la formación de generaciones de niños”.
Hoy a cuarenta años de vida, el Colegio ha crecido notablemente, brindando una formación espiritual y moral de acuerdo a los principios fundamentales de nuestra Fe Católica del Método Paterno Cristiano.



¡FELIZ CUMPLEAÑOS COLEGIO! ¡ DEO GRATIAS ¡



“DOCENTES JUBILADAS ORIONITAS"

MARZO 2008

Momentos difíciles aquellos de 1897. Los proveedores apremiaban y el dinero no escaseaba, no “faltaba en absoluto”.
Había comenzado la novena de San José. Don Orione, para conseguir la gracia tan deseada, paso varias noches en vela junto a la Eucaristía y a la mañana se le encontraba dormido en la grada del mismo altar.
Entre tanto el panadero se negaba a fiar mas pan y los demás acreedores acudían de continuo, alzaban la voz, se desahogaban; pero debían despedirse sin conseguir nada. Para librarse del tormento de tan mortificantes asedios, Don Orione le da al portero la orden de no dejar pasar a nadie.
Se presenta un desconocido y pide entrar en la Dirección, porque debe hablar con Don Orione para un asunto urgente. El portero, fiel a la consigna, le observa que tiene orden de no dejar pasar a ninguno. Insiste el desconocido y entonces el portero se encoge de hombros y se dirige a anunciarlo.
-“Pero, a propósito –dice- ¿a quien debo anunciar?”
-“No importa el nombre, no importa”.
El portero sube hasta Don Orione y le refiere el caso.
-“¿Pero no te ha dicho quien es?” –pregunta el Director.
-“No me lo ha querido decir”.
-“Bueno veamos”.
Un minuto después el desconocido estaba frente a Don Orione y lo interrogaba sobre su salud y sobre su Obra. Cuando Don Orione hubo satisfecho sus preguntas, saco del pecho un sobre y se lo entrego diciendo: -“Esto es para usted”.
Y se dispuso para retirarse.
Don Orione lo miro y se quedo impresionado ante el aspecto de serenidad que manaba de aquel rostro encuadrado en una barba rubia e iluminado por dos ojos azules, dulcísimos.
-¿Me quiere decir su nombre para que yo sepa . . .?”
El desconocido bienhechor respondió con amable sonrisa:
-“No importa, no importa”.
Y hecha una inclinación se retiro.
Don Orione abrió entonces el sobre y vio que contenía mil liras. Nunca vista, toda junta, una Providencia semejante.
Salto librándose de la silla y de la mesa, y abrió la puerta para llamar a tan buena persona; pero no le dio tiempo para verla. Entonces bajo las escaleras y ordeno al portero seguir al desconocido, llamarlo, o al menos saberle decir donde iba. El portero no sabía nada. Por ahí no había salido nadie.
Todavía y para cerciorarse más, salio hasta el medio de la calle y busco hacia derecha e izquierda, pero no le fue posible individualizarlo.
Don Orione, hablando de este hecho con su confesor Mons. Novelli, oyó decirle que muy bien podía ser San José, venido a traerle el regalo de la Providencia. Y como el arguyera que le parecía muy joven el visitante desconocido, Mons. Novelli replico que también San José “era joven”.
No hay necesidad de añadir que las mil liras pasaron inmediatamente de las manos del ecónomo Don Risi a las de los acreedores más importantes, quedándole a la tarde apenas unas doscientas.




MARZO 2008


20 años de sacerdocio del Padre Oscar Pezzarini

El padre Oscar Pezzarini F.D.P., superior de Pequeña Obra de la Divina Providencia en la Argentina, cumplió el pasado 27 de febrero, 20 años de sacerdocio. Por ese motivo la Obra Don Orione difundió un comunicado en el que expresa su agradecimiento “por todos estos años de servicio”, e invita “a sumar nuestra oración para que, como ha ocurrido siempre, Dios siga iluminando sus pasos en fidelidad con el ejemplo y carisma de nuestro Padre fundador, San Luis Orione”. El religioso nació en la ciudad entrerriana de Federación el 23 de enero de 1962. Cuando aún era niño, sus padres se trasladaron a la ciudad de Lanús, provincia de Buenos Aires, y allí terminó la escuela primaria. Cursó la escuela secundaria en Villa Domínico, Avellaneda, en el Instituto San Vicente de Paúl de la Obra Don Orione, donde fue dirigente del oratorio “Movimiento Juvenil ‘La Onda’” y descubrió el carisma del Apóstol de la Caridad. En 1980 ingresó a la Congregación para realizar los estudios eclesiásticos y al año siguiente, el 12 de marzo, hizo sus primeros votos. El 15 de agosto de 1986 emitió sus votos perpetuos. Realizó sus estudios de Filosofía y Teología en el Seminario de Morón. El 27 de febrero de 1988 fue ordenado sacerdote por monseñor José Agustín Marozzi, obispo emérito de Resistencia, quien transcurría su retiro en el Cottolengo de Claypole. La ordenación sacerdotal tuvo lugar en la misma comunidad donde descubrió su vocación, la capilla San Vicente de Paúl de Villa Domínico. Al poco tiempo fue destinado a servir en el Pequeño Cottolengo Don Orione de Córdoba, donde desempeñó su labor pastoral como director de esa casa.
En setiembre de 1991 fue nombrado vicedirector del Pequeño Cottolengo de Claypole, y en 1996 director, cargo que desempeñó hasta el año 2002. Desde comienzos de 2003 fue ecónomo de la provincia Argentina de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, funciones que ejerció hasta fin de 2005, cuando fue designado Superior de la Provincia Nuestra Señora de la Guardia, que comprende Argentina, Paraguay, Uruguay y México, cargo que desempeña en la actualidad.(FUENTE: AI.C.A.)

MARZO 2008


La Semana Santa de 1922
Aquel año la Santa Pascua se celebraba el 16 de abril y Don Orione la festejaba con Don Zanocchi en Victoria. No obstante el frío y la agresividad del ambiente descristianizado, el fuego del santo celo de Don Orione logró dar a la celebración pascual un entusiasmo jamás visto antes en Victoria y que sacudió notablemente el ambiente. Y Don Zanocchi tuvo por ello gran consuelo y recordaba aquellos días con íntima satisfacción y complacencia indecibles. Escuchemos todavía a Don Orione que escribe a los suyos , dándoles noticias de aquellas celebraciones pascuales: "La Semana Santa fue un verdadero triunfo de Fe en Victoria. Las funciones como en una Catedral: el lavatorio de pies a doce jóvenes con sermón eucarístico la tarde del Jueves Santo; el Viernes todas las funciones con laprédca de Pasión y Muerte de Jesucristo y la solemnísima Procesión con la Santa Cruz de noche, con las luces y el baldaquín. Ofició Monseñor Silvani, Secretario de la Nunciatura. El sábado, la misa de Gloria cantada en música con violines y la Iglesia llena y 12 niños tocando las campanillas por las calles en grupo, para anunciar que Jesucristo había resucitado y que también resucitaremos nosotros. Ya el Domingo de Ramos, el pueblo con palmas y ramos de olivo, había hecho Procesión, cantando Hosanna...!En Pascua solemne Confesiones, Primeras Comuniones...Fuimos a dormir a la una...”Esto escribía Don Orione la semana después de Pascua de aquel año 1922. Ciertamente la celebración de aquella semana santa resultó para Victoria un hecho excepcional, extraordinario y para Don Zanocchi un gran consuelo.
*Testimonio del Padre José Dutto (1891-1967) en su libro “Padre José Zanocchi”, pags 39-40