domingo, 24 de febrero de 2008

FEBRERO 2008


¡ BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR !


Bienvenido Padre Emilio José Maidana, como comunidad Orionita, lo saludamos fraternalmente, y hacemos votos para que el Señor lo guíe e ilumine como pastor de este humilde rebaño: La Parroquia San José Benito Cottolengo (“Obra de Don Orione”), Arquidiócesis de Tucumán.
“Acompañar, estar al lado, es nuestra gran misión”. Nos ayudaremos mutuamente con la oración, el diálogó y la alegría de ser: “Amigos de Don Orione”.


¡ AVE MARIA, Y ADELANTE!

FEBRERO 2008


TIEMPO DE ORACIÓN,

TIEMPO DE REFLEXIÓN,

TIEMPO DE CONVERSIÓN

La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina el Domingo de Ramos, día que se inicia la Semana Santa. El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual. La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto. En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.
Tenemos a un Cristo orando y ayunando. ¿Cómo podemos imitarlo?

FEBRERO 2008


Festividad de Ntra. Sra. De LOURDES
11 de Febrero * 1858 – 2008

Testimonio de la gran devoción de Don Orione a la Santísima Virgen. Fragmento del articulo publicado en la revista de Ntra. Sra. De la Guardia (en Tortona) en 1934.

¡Honremos y amemos a Maria! La bendita entre todas las mujeres, toda vestida de blanco se apareció y le dijo a una humilde niña:
”¡Yo soy la Inmaculada Concepción!
Y con reiteradas apariciones e incesantes prodigios se dignó confirmar ese dogma consolador, proclamado cuatro años antes por el Papa Pío IX
Maria es Inmaculada y Llena de Gracia para si, y para todos los hijos de Eva, porque es ejemplo para todos y madre de todos. Todo el esplendor, la pureza inmaculada y la plenitud de las gracias se encuentran en Ella. Honremos, pues, a María con nuestra devoción mas tierna e imitando sus virtudes. Renovemos nuestras almas con obras de fe y amor a Dios y a los hermanos. Honremos a Maria, despojándonos del orgullo y viviendo en humildad.
¡Ella fue muy humilde! ¡Honremos a Maria!

11 de Febrero :

LOURDES, LA EUCARISTÍA

Y LA PASTORAL DE LOS ENFERMOS,

ALGO PARA VIVIR

LOS MENSAJES DE ESTA FECHA SANTA

Queridos Cofrades, Hermanas y Laicos.
Se celebra el 150° aniversario de las apariciones de la Virgen en Lourdes.
Los mensajes de este día, 11 de febrero de 2008, son indicados por el Papa Benedicto XVI en su Mensaje para el XVI Día Mundial del Enfermo.
En el mismo leemos: "El 11 de febrero, memoria de la Beata Virgen de Lourdes, se celebra el Día Mundial del Enfermo, ocasión propicia para reflexionar sobre el sentido del dolor y sobre el deber cristiano de hacerse cargo del mismo en cualquier situación se presente. Este año, tan significativa solemnidad, se enlaza a dos acontecimientos importantes para la vida de la Iglesia, como ya se entiende por el tema elegido "La Eucaristía, Lourdes y el cuidado pastoral de los enfermos". De esta manera se aprovecha una extraordinaria oportunidad para considerar la estrecha conexión entre el Misterio Eucarístico, el rol de Maria en el proyecto de salvación y la realidad del dolor y el sufrimiento del hombre".
Centralidad de la Eucaristía en nuestras obras para el cuidado del enfermo o minusválido, en los Pequeños Cottolengos.
Eucaristía, Lourdes, pastoral de los enfermos: ¿qué quiere decir para nosotros?
Significa curar, frecuentar y hacer frecuentar la Capilla en nuestras casas y en los pabellones destinados a los enfermos. Evidentemente en las formas posibles. Significa celebrar la Misa con los enfermos y con los que los cuidan, a menudo.. Significa organizar y favorecer la oración cotidiana, la comunión y la confesión de nuestros enfermos, viviendo la convicción de Don Orione de que la Eucaristía "es el fulcro de todas las actividades del día"(Parola III, 35).
Don Orione advirtió fuertemente la estrecha unión entre la Eucaristía y el apostolado de la caridad al que, él y su Familia religiosa, se dedican. "Todo tiene que ser basado en la Santa Eucaristía: no hay otra base, no hay otra vida, sea para nosotros que para nuestros queridos pobres. ¡La mejor caridad que se puede hacer a un alma es darle a Jesús! Y el más dulce consuelo que podemos darle a Jesús es de darle un alma. Éste es su reino", (Nel nome della Div.Provvidenza, p. 69-70). Muchos de nuestros institutos y obras de caridad se han vuelto, prácticamente, "profanas." Benedicto XVI nos solicita: "Las Capillas en los Centros sanitarios se conviertan en el corazón pulsante en los cuales Jesús se ofrece continuamente al Padre por la vida de la humanidad. También la distribución de la eucaristía a los enfermos, realizada con decoro y espíritu de oraciòn, es un verdadero consuelo para el que sufre y es afligido por cualquier forma de enfermedad". Y es evangelización y testimonio para el personal laico y para cuántos conocen y frecuentan las "obras de caridad".

Sabemos que Don Orione trasladó el espíritu benedictino del “ora et labora-reza y trabaja" a la vida agitada, pero, a su modo serena y contemplativa, del Pequeño Cottolengo. A menudo repitió que en este tipo de Casas tiene que reinar la "laus perennis-alabanza continua" a lo largo de las horas del día mediante la oración, la celebración y comunión eucarística, la actitud de fe.
"¿Qué se hace en el Pequeño Cottolengo? Se hacen Comuniones. ¡Se reza y se reza! ¡Laus perennis-alabanza continua! ¡Orate sine intermisión-recen sin interrupción! La oraciòn es el primer trabajo del Pequeño Cottolengo. Los discapacitados psìquicos, los imbéciles, los idiotas… voces que no son palabra, que dan pena: Dios las sabe interpretar!" (Escritos, 83, 188).
Queridos Cofrades y Hermanas, no nos resignemos tan fácilmente concluyendo que "hoy es distinto" y " eso no se hace más”. Alguna bonita experiencia todavía la he encontrado hoy en nuestras obras de caridad. ¡Adelante con convicción y creatividad! Se trata de nuestro servicio específico como religiosos en las instituciones de caridad. Otras obras de bien para la vida cotidiana de los enfermos son dadas por los empleados. Nuestra tarea específica es dar estos bienes: "con el pan del cuerpo el divino bálsamo de la fe".
Una última observación de Benedicto XVI: "Queda claro, por tanto, que justamente de la Eucaristía la pastoral de la salud tiene que sacar la fuerza espiritual necesaria para socorrer eficazmente al hombre y ayudarlo a comprender el valor salvador del mismo sufrimiento. Como escribió el Siervo de Dios Juan Pablo II en la Carta Apostólica Salvivfici dolori, la Iglesia ve en los hermanos y en las hermanas dolientes como a múltiples sujetos de la fuerza sobrenatural de Cristo, (cfr n. 27)”.
No puede haber crisis de identidad o insignificancia apostólica de nuestras instituciones para la salud si nosotros los religiosos cumplimos con nuestra tarea específica para que se note la presencia de Jesús" la sola cosa necesaria". El resto-evidentemente importante - lo "haremos con los laico” o "haremos que lo hagan los laicos".
El clima mariano de Lourdes en nuestras instituciones sanitarias
"Los 150 años de las apariciones de Lourdes- escribe todavía el Papa - nos invitan a volver la mirada hacia la Virgen Santa. La presencia, en Lourdes de muchos romeros enfermos y de voluntarios que los acompañan, ayuda a reflexionar sobre la materna y tierna atención que la Virgen manifiesta hacia el dolor y el sufrimiento del hombre. Asociada al Sacrificio de Cristo, Maria, Mater Dolorosa-Madre de los dolores, que sufre con su divino Hijos a los pies de la Cruz, es creída particularmente cerca de la comunidad cristiana que se recoge alrededor de los miembros dolientes, los que llevan las señales de la pasión del Señor".
“El clima de Lourdes -como observa el Papa - "donde, al culto de la Beata Virgen Maria, se une un fuerte y constante llamado a la Eucaristía con cotidianas Celebraciones eucarísticas, con la adoración del Santo Sacramento y la bendición de los enfermos tiene que dar oxígeno al clima de nuestros Pequeños Cottolengo y de las otras instituciones de cura para enfermos y minusválidos”.
Curamos -nosotros religiosos primeros - en estas obras nuestras el rezo del rosario, también público, con las formas posibles y las más adecuadas; ofrecemos a la mirada y al corazón de los enfermos, y también de los empleados y visitadores, la presencia visible y tangible, como en Lourdes, de la Virgen con imágenes, estatuas, lugares de oración con Jesús y Maria.
Ciertamente, hace falta amabilidad, fe humilde y alegre, pero, en nuestras casas tiene que tener lugar de honor y de familiaridad la Virgen, Madre de Dios y nuestra, que hace menos desoladas y solitarias las penas y algo más dulces las largas horas pasadas en una cama, en el Pequeño Cottolengo o en una Residencia sanitaria.
Eucaristía, Lourdes, pastoral de los enfermos: ¿qué podemos hacer nosotros?
Un saludo muy cordial a todos en el nombre de Don Orione y en unión de oraciones

Don Flavio PelosoSuperior General

FEBRERO 2008



Queridos hermanos:
Febrero llega trayéndonos a nuestra comunidad dos acontecimientos notables: La despedida, con un hasta pronto, del querido Padre Carmelo Lizardo y la bienvenida al nuevo párroco Padre Emilio Maidana.
Nos es imposible calcular todo lo que sentimos y nos invaden sentimientos cruzados: alegrías, amistad, tristezas, gozos, oraciones..., pero por sobre todo sentimiento un gracias a Dios y a Maria Santísima Nuestra Señora de Iratí por haber podido compartir con el padre Carmelo todos los momentos vividos en esta comunidad. Fuimos transitando estos cinco años distintas actividades en las asociaciones de la parroquia, dándoles especialmente un impulso para el re-surgimiento del grupo: “Amigos de Don Orione”, en el que se encuentran todos aquellos que están vinculados en el trabajo día a día de esta “Gran Obra de la Divina Providencia”.
Somos testigos de muchos buenos recuerdos los cuales sembraron semillas de Fe, de Amor al prójimo, del espíritu orionita, como fieles discípulos de nuestro padre fundador San Luís Orione.
Querido padre Carmelo unidos fraternalmente en oración y en cada Eucaristía, lo acompañaremos en su fructífera misión apostólica.

viernes, 22 de febrero de 2008

Centenario Nacimiento Beato Francisco Drzewiecki 1908 - 2008


Beato Francisco Drzewiecki :
Testimonio de coraje y entrega
Por Carina Campo


Desde el pasado 13 de junio de 1999, cuando en Varsovia (Polonia) el papa Juan Pablo II proclamó beato a Francisco Drzewiecki, la familia orionita tiene un nuevo hijo reconocido como modelo e intercesor ante Dios.El padre Francisco -que fue beatificado junto a otros 107 mártires polacos religiosos y laicos- murió el 13 de septiembre de 1942 después de tres años de prisión. Tenía sólo 34 años y seis de sacerdote, y desde temprana edad había manifestado su vocación religiosa.De hecho, la familia Drzewiecki era originaria de Zduny, un antiguo pueblo de agricultores donde es muy tradicional la intensidad religiosa y patriótica, puesta de manifiesto -entre otras cosas- en un claro orgullo por su majestuosa iglesia gótica.En este pueblo, el 26 de febrero de 1908 nació Francisco, hijo de Juan y Rosalía, quien pasó allí los primeros años de su vida en compañía de sus cuatro hermanos y sus seis hermanas.La vida de niño de Francisco era la normal de un ambiente familiar pobre, laborioso, unido y religioso. El pequeño se distinguía por su inteligencia y capacidad práctica. "Era tranquilo y educado. Estudiaba con voluntad. A la noche los niños rezábamos las oraciones con las manos juntas. No era necesario que nuestros padres nos lo recordaran", recuerda su hermana Ana. Y aún antes de ir a la escuela, ya había recibido una buena formación de sus padres. Ayudaba a sus hermanos menores y a la usanza polaca pastoreaba en el campo. Tal empeño práctico garantizaba una buena preparación a la vida de sacrificios.Las circunstancias no permitieron que estudiaran todos los hermanos. En el año 1923 muere el padre y Francisco debe interrumpir sus estudios. La madre busca otra escuela y reconoce que su hijo se sentía llamado al sacerdocio.
En la casa de las misionesDoña Rosalía -la mamá de Francisco- contaba abiertamente el problema que tenía al pensar en el futuro de sus hijos. Habiendo escuchado ésto, alguien le ofreció una buena solución: cerca de la ciudad de Zdunska Wola existía un colegio para niños dispuesto a aceptar a toda clase social.Aquella información parecía una respuesta del cielo, y en especial de la Virgen, a la que la madre del futuro sacerdote orionino rezaba con devoción. Con una breve recomendación del obispo de la región en la que destacaba su religiosidad, diligencia y comportamiento, fue aceptado inmediatamente. Era el 1º de septiembre de 1924. Una nueva congregación todavía no conocida en Polonia -la Pequeña Obra de la Divina Providencia- hacía poco que había iniciado su actividad para los jóvenes más pobres. El director, P. Aleksander Chwilowiez, imitaba el ejemplo de Don Orione en favor de la vocación de los pobres y comenzó transformando una vieja taberna en un colegio de segunda enseñanza clásica con internado para favorecer una adecuada formación de los jóvenes.En este entorno, Francisco maduró la idea de encomendarse a Dios. Y el 10 de diciembre de 1930, luego de seis años de colegio, hace su primera profesión religiosa.
Formación y trabajo
La congregación orionina en Polonia estaba, en los años 30, en pleno desarrollo: ampliación de la casa de Zdunska Wola, cocina para los pobres, oficina tipográfica, actividades pastorales, fundación de la parroquia y Pequeño Cottolengo en Wloclawek, obra caritativa en Izbicakjawska e instituto para los niños en Kalisz. Pero la prioridad era -sobre todo- el aumento de nuevas vocaciones religiosas.Ya por entonces Don Orione hablaba con admiración de la labor de Francisco, quien en 1931 había terminado sus estudios de filosofía e iniciado los de teología. Entonces, los superiores deciden mandarlo a Italia para finalizar su formación. Ya sacerdote, se le confía el cuidado de unos veinte "carissimi", clérigos de la institución empeñados en el estudio y el trabajo para la ampliación del edificio del "Pequeño Cottolengo " en Quatro-Castagna, Génova. El padre Francisco se ganó pronto la estima y el afecto de los jóvenes por la nobleza de su trato, su calma y bondad: "Nuestro director era siempre rápido, vigilante con su presencia y bondad, era gentil, afable y reservado. Nos sentíamos naturalmente animados con su presencia siempre atenta y afectuosa", señaló uno de sus clérigos. Promovía y disfrutaba del espíritu de la familia y del Pequeño Cottolengo: "Tengo trabajo de sobra porque este año la familia del cottolengo aumentó y hay nuevas necesidades. Somos 150 personas. Estoy muy contento de encontrarme aquí, donde se hace la voluntad de Dios", le contó Francisco a un amigo en Polonia.En el verano de 1939 retornó a Polonia para ayudar en la parroquia y en el Pequeño Cottolengo de Wloclawek y lo sorprendió el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Testigo fiel
El 14 de septiembre de 1939 los alemanes entraron en Wloclawek. Toda Polonia fue presa de la invasión nazi y en poco tiempo desaparecería literalmente del mapa de Europa.La potencia bélica y la inaudita atrocidad perpetuada por los alemanes suscitaron pánico y consternación, obligando a la población a huir a cualquier refugio. Las calles estaban llenas de fugitivos. En Wloclawek, donde estaban los orioninos, los aviones bombardearon los principales objetivos. Del clero sólo quedaron cinco o seis sacerdotes que se refugiaron en los sótanos del seminario, para protegerse de las bombas.Mucha gente se amontonó en el cottolengo: ¿cómo dejarlos sin atención? Las monjas orioninas y el padre Francisco se prodigaron para ofrecer ayuda, comida y refugio. "En los primeros días -escribió el joven sacerdote orionino- veíamos a los soldados polacos que escapaban, sufrían hambre. Ayudábamos a los heridos. Bajo la Iglesia había cien personas. Cada tanto, pasaban los aviones bombardeando, sembrando el pánico y ocasionando incendios, heridos y muertos. He tomado coraje y en bicicleta, trataba de ayudar a los heridos".El padre Francisco no descansaba y confesaba al aire libre sentado en una piedra: "De día iba al bosque donde confesaba a los soldados bajo un pino. Una vez empezaron los bombardeos y yo levanté en mis brazos el cuadro de la Virgen. Ningún soldado resultó muerto, la Virgen nos había protegido".En la madrugada del 8 de noviembre de 1939, todo los sacerdotes, los seminaristas y el obispo de la diócesis fueron detenidos y llevados a la cárcel, donde quedaron más de dos meses, luego de lo cual fueron trasladados a otra prisión en un viaje terrible sobre un camión descubierto con más de 20º bajo cero. El viaje concluyó en un convento de los salesianos, destinado por entonces a ser la cárcel del clero. Monseñor Sarmik quedó admirado por la serenidad, humildad y benevolencia del religioso orionino: "Ayudaba, trabajaba y nunca se lamentaba", comentó. El 14 de diciembre de 1940 el padre Francisco llega a Dachau, un campo de concentración nazi, última etapa de su calvario. Le fue asignado el número 22.666 y le explicaron que de allí no saldría más porque la Gestapo (policía secreta de Hitler) había ordenado que "el clero y los judíos debían desaparecer".El "lager" de Dachau era un enorme campo de trabajo para sostener la economía militar alemana, con turnos agobiantes de 15 horas diarias de tareas y en condiciones climáticas pésimas. En ese tiempo trabajaban allí 2.500 eclesiásticos.
Por Dios, por la Iglesia, por la Patria
Una carta fechada en Dachau del 13 de septiembre de 1942, y firmada por un oficial de las S.S., da cuenta de la muerte del padre Francisco Drzewiecki. En ella se decía, también, que habían sido enviados tres paquetes con sus efectos personales a doña Rosalía, la madre.Ese año en el campo de concentración de Dachau fue el tiempo del hambre, el año más duro que el clero hubiera recordado. Cerca de 500 sacerdotes polacos murieron aquel 1942. Uno de los métodos para eliminar a los reclusos era la llegada de "El Transporte de los Inválidos". Una comisión visitaba cada tanto la enfermería del "lager" y hacía la lista de los "inválidos a transportar". Les decían que los llevaban en el tren para una "mejor vida", pero todos sabían que el viaje terminaba en el horno crematorio. Cuando los nazis lo vienen a buscar, se despidió con gran entereza. En ese supremo y dramático momento, el padre Francisco demostró ser un pastor dispuesto a dar la vida por su rebaño.Un compañero suyo, también clérigo orionino, Josef Kubicki, que sobrevivió al campo de concentración de Dachau, recuerda ese último encuentro: "El padre Drzewiecki me dijo:- ¡Adiós, José! Partimos.Yo estaba tan abatido que no podía decir ni una palabra de aliento. Y el padre Drzewiecki continuó:- José no te pongas triste. Nosotros, hoy, tú mañana...Y con gran calma todavía pudo decir:- Nos vamos, pero ofrecemos como polacos nuestra vida por Dios, por la Iglesia y por la Patria.Y no regresó nunca más".Hoy, el padre Francisco testimonia el sufrimiento y martirio de millares de seres humanos. Y también la fe de tantos otros que, hasta el último aliento, se supieron hijos del Dios de la Vida.
Mártires polacos
El padre Francisco Drzewiecki fue beatificado por el papa Juan Pablo II en una ceremonia realizada en su tierra natal junto a otros 107 religiosos y laicos polacos.Los nuevos mártires padecieron torturas, experimentos pseudo-médicos, hambruna y trabajos forzados, y murieron - la mayoría en diferentes campos de concentración- fusilados, ahorcados, decapitados, en las cámaras de gas, o como consecuencia de los malos tratos recibidos.De ellos, 3 eran obispos, 52 sacerdotes diocesanos, 26 sacerdotes religiosos, 7 hermanos, 8 religiosas, 3 seminaristas y 9 laicos, entre los que figura una viuda que pidió tomar el lugar de su nuera embarazada de ocho meses para salvar la vida de la madre y el niño.

PADRE JOSE PUNTA


Durante el domingo 18 de enero numerosos padres de familia, muchos alumnos y vecinos pasaron ante los restos mortales del Padre José Punta, que era velado en el templo de San José Benito Cottolengo de Tucumán.
Cuando al final de ese día el féretro salía del Pequeño Cottolengo para ser trasladado a Buenos Aires, una verdadera muchedumbre se aglomeraba para el último adiós, y no pocos entre los presentes lloraban.
Era la despedida a un sacerdote, que calladamente había dedicado allí, a la educación del millar de alumnos del Colegio Don Orione, los diecisiete últimos años de su ancianidad. Pero toda su vida fue una consagración a ese apostolado, que esta orientado a la formación en las virtudes cívicas y cristianas, y que se propone insertar con responsabilidad las capacidades necesarias a las generaciones jóvenes en la comunidad y en la Iglesia.
Siempre dedicado a la niñez en la escuela, aunque no exclusivamente, -porque también diera parte no pequeña de su tiempo al ministerio sacerdotal en parroquias y capillas- paso alrededor de una década al frente del colegio Obispo Boneo de Rosario, donde también se lo recuerda aun con aprecio y afecto.
Nacido en Italia, en Govi, Provincia de Alessandria, el 27 de octubre de 1909 fue recibido en la congregación en Tortona a los 17 años, el 3 de noviembre de 1917, por el mismo Don Orione, en cuyas manos emite los primeros votos en 1931.
Llega a Buenos Aires, el 11 de marzo de 1935, junto con el clérigo Francisco Solano. Don Orione que también se hallaba en Argentina, lo destina a la formación de las jóvenes vocaciones, que en aquellos años ingresaban al recién inaugurado colegio apostólico. Estuvo dedicado a los probandos, en Lanús y en Claypole, como asistente y profesor de matemáticas y ciencias, por largos años. Se lo encontrará nuevamente dedicado a jóvenes vocaciones, cuando se abrió el probandado del Sagrado Corazón en Alta Gracia, en la década del sesenta.
Entre los rasgos que merecen ser destacados en su tarea como educador, nos parece que se ha de señalar, además de su dedicación incansable, que lo hizo estar en su puesto de trabajo aun cuando los años y los padecimientos físicos quizás aconsejaran otra cosa, su atención por cada chico, y una línea de firmeza, impregnada de bondad.
Últimamente, estuvo empeñado también en la terminación del edificio, que es una necesidad de esa escuela de Tucumán.
Quienes convivieron con el perciben su humildad, cosa ya detectada por Don Orione, disposición que lo alejaba de todo parecer, y a no querer que se molestasen por él; su preocupación mas bien por los otros, cuyas tareas se ofrecía a realizar cuando los veía necesitados de ayuda y colaboración; su contracción al deber, al estilo de Don Orione, no tomándose vacaciones propiamente dichas, ni aprovechando como religioso extranjero, su derecho a visitar la propia patria cada cuatro años; y el no hablar nunca mal de nadie.
Su fallecimiento fue ocasión para que muchos recordaran episodios que manifiestan las virtudes ya descriptas, ya en la parroquia, en la escuela, en la comunidad, o en el hospital.
Quizás debiéramos recoger en esta hora todas estas anécdotas, que enriquecen y matizan nuestras apreciaciones sobre su tarea y su personalidad de educador, y de sacerdote consagrado totalmente a la invalorable obra de la evangelización y la formación humana.
Sus restos, después de la misa concelebrada, fueron inhumados en el cementerio del Pequeño Cottolengo de Claypole, junto a otros religiosos orionitas, no pocos de ellos también venidos como auténticos misioneros desde Italia, a construir y vitalizar los puestos de evangelización que la Iglesia y la Divina Providencia han confiado en Argentina a la Obra de Don Orione.
Su nombre se junta ahora a los de los otros religiosos que nos han dejado, y en cuya vida hay rasgos de santidad que es preciso atesorar, y que van constituyendo el patrimonio espiritual y la herencia pastoral de esta fuerza evangelizadora que Don Orione atrajo consigo a nuestra patria, “la legión de la caridad” suscitada de las piedras por la mano de Dios, “los santos” de que él sentía necesidad para su obra, y por los cuales clama hoy la Iglesia rejuvenecida en el Concilio y en Puebla.
Su figura, en tantos aspectos negación de los ideales efímeros promocionados por una interesada, pero domínate publicidad, es una invitación a jóvenes generosos, que ansíen de verdad entregar su vida a la causa superior de Dios y del Hombre, en una vida, que no hace ruido, pero que está cargada de invalorable riqueza humana y cristiana.
(Revista Don Orione, Marzo-Abril 1987)

Luis Orione y Don Bosco


El primer milagro obrado por Don Bosco luego de su muerte fue en favor del joven Luis Orione. De 1886 a 1889, fue alumno del Oratorio de Valdocco, en Turín. El día de la muerte de Don Bosco (1888), Orione era uno de los alumnos encargados de organizar la larga fila de devotos que venían a rezar ante su urna funeraria. Muchos fieles querían algún recuerdo del venerable sacerdote. ¿Cómo atender a tantos pedidos?
Presionado por las circunstancias, Orione, entonces con 16 años, optó por la solución que le pareció más simple y práctica. Corrió a la despensa –que estaba a su cargo– para cortar pedazos de pan, tocarlos en el Santo y dárselos a los fieles como reliquia.
Pero la juventud no siempre es tan calma como generosa...En la prisa por satisfacer a todos, Luis Orione, que era zurdo, ¡se cortó el dedo índice derecho! ¿Dolor físico?
Casi no lo sintió. Ninguna otra preocupación se apoderó de su mente más que esta: ¡sin ese dedo, no podría realizar su sueño de ser ordenado sacerdote!
Para evitar semejante desastre necesitaba la intercesión de Don Bosco. Corrió, sujetando el dedo que colgaba tan sólo de una delgada capa de piel, y lleno de fe lo tocó en el cuerpo del Santo. En el mismo instante, el dedo cicatrizó perfectamente.
Aún puede verse hoy, en el cuerpo del Bienaventurado Orione, la marca del corte rodeando por completo el índice derecho.

Terremoto en Calabria-Sicilia


La mañana del 28 de diciembre de 1908, el terremoto destruye las regiones de Regio Calabria y de Messina, sepultando gran número de habitantes, mientras que los incendios, maremotos, lluvias, vientos fríos añaden más tormento a la terrible desgracia. Don Orione se entera de las primeras noticias por los periódicos. ¿Que será de sus jovencitos de Noto, justo al centro del desastre?
Parte solo: desembarca en Messina y allí está dos días casi sin tocar comida; va a Regio, da al Arzobispo una suma de dinero recogida al caso, puede celebrar misa y renovar fuerzas. Recoge los primeros huerfanitos y los confía al Obispo. Inicia su incansable “actividad caritativa” yendo por los pueblos y ciudades desvastadas. ¡Mas tarde confesara de haber perdido, en aquellos meses de tan dura fatiga, algún año de vida!. Pasa entre la gente enmudecida y enloquecida de dolor. A grandes voces ofrece pan e higos, conseguidos en un almacén militar demolido; ayuda en la búsqueda de victimas entre los escombros; asiste a los moribundos; sepulta a los muertos. Desde un lugar estratégico dirige los trabajos de socorro, provee y organiza. Cuando llega la Delegación Pontificia, enviada por San Pió X, encuentra a Don Orione con los trabajos ya decididamente encaminados.

Año Nuevo, Vida Nueva . . .


Año nuevo, Vida nueva . . .


(Fragmento de una carta de Don Orione dirigida a sus religiosos para la Epifanía de 1935.)

“…Acabamos de comenzar el nuevo año. Demos gracias a Dios por los muchos beneficios recibidos, y comencemos desde hoy a amar y servir con gran fervor a Cristo y a la Santa Iglesia Romana, Madre nuestra, con ardiente caridad, con todo el corazón, con toda el alma, con toda nuestra pobre vida. Postrados a los pies de Dios, pidámosles humildemente perdón, a El, que es nuestro Padre, de todas las ingratitudes de la vida pasada, y cada uno diga de corazón: “Ahora empiezo en el nombre de Jesús”. Comienzo a ser de Cristo y de la Iglesia. Año nuevo, vida nueva. ¡Vida Santa y Santificada!, ¡Año nuevo: vida entera en Jesús, de Jesús y para Jesús! Hijos míos vivamos en Jesús, perdidos dentro de su corazón, encendidos en su amor. Pequeñitos, pequeñitos. Sencillos, humildes y dulces. ¡Vivamos de Jesús! Como pequeñuelos entre sus brazos, santos e irreprensibles bajo su mirada, abismados del amor de Jesús y de las almas, con fidelidad y amor sin limites para con El y para con su Iglesia. ¡Vivamos para Jesús! Todo y todos para Jesús. Nada fuera de Jesús, nada que no sea Jesús, que no conduzca a Jesús, que no respire Jesús. De una manera digna a la vocación que hemos recibido, modelado en su cruz, en su sacrificio, en su obediencia “hasta la muerte”, en oblación y total holocausto de nosotros mismo, como un perfume de suavísimo olor. ¡Oh Jesús! Ábrenos tu corazón, déjanos entrar en él, oh Jesús, porque solo en tu corazón podemos algo de lo que eres. Solo en tu corazón podemos comprender tu caridad y misericordia, y entender y amar también nosotros el sacrificio y aquella Santa obediencia por la que te has sacrificado…”
Don Orione, en un comienzo de año, escribe a sus religiosos una carta llena de fervor, que surge de su profundo amor a Cristo, el cual sembró en su gran corazón una fe madura y consciente de la realidad que lo rodeaba, Don Orione alienta a sus religiosos, de modo apasionado, a la santidad, a una vida llena de Jesús, en un mundo confundido, que se estaba alejando de él, santidad que consiste en una profunda amistad con Jesús, que se hace concreta en la oración y en el compromiso para servir a los demás con la misma entrega y humildad del Señor. Hoy a cada uno de nosotros Don Orione nos dirige estas mismas palabras, que el mismo las vivió, llevando una vida santa, él es modelo e intercesor en este camino de crecer en la Santidad, en la verdadera amistad con Dios, que se expresa en el compromiso por testimoniar con Hechos y Palabras, el Inmenso Amor de Dios.

¡ FELICES FIESTAS !

“Levántate, alma mía, y corre al encuentro de la nueva Luz, que es Jesús-Caridad. El viene a ti, porque la misericordia infinita del Señor ha descendido más amplia que el mar y que los cielos; tierra, mar y cielos se volvieron una nada ante la caridad de Jesús, cuando resplandeció la gloria del Señor”. Don Orione

¡ Feliz Navidad,
Feliz Año Nuevo !

¡ Navidad: Dulzura de Dios !


¡Navidad: Dulzura de Dios!

Fragmento de la carta "Regalo de Navidad", de 1920.
Aquí, la contemplación de la Navidad se hace poesía.



¡La claridad celestialde esta mística noche de Navidadatrae hasta a las almas más alejadas-peregrinos descarriados o perdidos-,como la luz de la casa paternaen la oscuridad del bosque!
Oh, luz divina del Niño Jesús!suave y santa bondad de Dios y de la Iglesia de Dios!
Hermanos,obremos con la bondad del Señor,y así no tendrán que tener miedo de que se pierda la obra que realizan:toda palabra buena es un soplo de Dios:todo acto, santo y grande, de amor a Dios y a los hombres,es inmortal!
La bondad vence siempre:tiene un culto secretoaún en los corazones más fríos,y más solitarios y alejados.
El amor vence al odio;el bien vence al mal;la luz vence a las tinieblas!Todo el odio y todo el mal,y las tinieblas todas de este mundo,¿qué son frente a la luzde esta noche de Navidad?Nada! realmente nada frente a Jesús, frente al Niño Jesús!
Consolémonos y exultemos en el Señor!Los males de la tierra no tienen que hacernos perder la efusión del Corazón de Dios;la victoria final será suya, del Señor!Y el Señor vence siempre en la misericordia!
Todo pasa:¡sólo Cristo permanece!¡Es Dios, y permanece!Permanece entre nosotros para iluminarnos,para consolarnos, permanece en su vida terrenal, para darnos su misericordia!
¡Jesús permanece y vence, pero en la misericordia!

El café de Don Orione


EL CAFÉ DE DON ORIONE
¡ Era proverbial el café de Don Orione ! . . . Era una de las pocas concesiones que Don Orione permitía a su paladar, ya porque le resultaba grandemente eficaz en sus agotamientos físicos y cardíacos y también porque, como él ingenuamente confesaba, le gustaba mucho. A sus visitantes los obsequiaba con una taza de café y hasta a sus queridos hombres que confesaban y comulgaban la noche de la solemnidad de Nuestra Señora de la Guardia en Tortona, los premiaba con una taza de café, que él personalmente les servía y rendía sumamente agradable y sabroso con sus interesantes, alegres y santas conversaciones. ¡ En Tortona era famoso el CAFÉ DE DON ORIONE !
Pues bien, estando Don Orione en Buenos Aires, un día se le presenta en la casa de la calle Carlos Pellegrini 1441, una señora que, preocupada le expone como toda la familia estaba amargada y convulsionada por odios y rencillas recíprocas . . . Se recoge un momento Don Orione, como solía hacerlo cuando era consultado sobre algún tema, y dice a la señora:
- “Vea, señora, haga así. Mañana es la fiesta de . . . (y le dijo la solemnidad religiosa que ocurría), aproveche Ud. Para invitar a sus parientes distanciados por las divergencias consabidas; prepáreles un buen almuerzo y, al final sírvales un buen café . . . Yo mañana encomendaré el asunto a Nuestro Señor en la Santa Misa y . . . ya verá !
- Pero, Don Orione, ¿ no será que se vayan a pelear al encontrarse y no resulte el remedio peor que la enfermedad ? . . .
- Hágame caso, señora, prepáreles un buen café; a mí también me gusta mucho el café, y verá que todo se arreglará!
Así lo hizo la señora, no sin algún recelo. Acudieron los invitados, se sentaron a la misma mesa, pasó el tiempo de la comida en un ambiente de frialdad decepcionantes. . . Apenas se conversaba de algún argumento indiferente. Llega el momento del café. ¡ Se sirve a todos un cafecito exquisito ! alguien comenta su bondad, otro dice un chiste, todos intervienen, se anima la conversación de una manera imprevista e inexplicable ! . . . Hasta que todos se sienten conmovidos, emocionados, se piden disculpas recíprocamente, se abrazan, se besan . . . y retorna la paz y la caridad mas sincera en todos ! . . .
Después de catorce años, aquella señora todavía recuerda y bendice “EL CAFÉ DE DON ORIONE”.
(Del Boletín “Pequeña Obra de la Divina Providencia”, octubre de 1949)




jueves, 21 de febrero de 2008


La Virgen en un barrio difícil
La guerra es la cruel enemiga del amor cristiano. Todo se quiebra y destruye: los hombres se matan unos a otros con saña, la muerte reina en las ciudades, las lágrimas y el luto inundan a las familias. El corazón de Don Orione sangra con todos estos males, y quisiera consolar a todos los que lloran. En años anteriores había organizado peregrinaciones multitudinarias llevando miles de fieles a Caravaggio, a Ntra. Sra. de la Guardia en Génova, y a otros lugares marianos. "Se trataba de verdaderas muchedumbres -diría él-; de masivas respuestas de fe y devoción a la Santísima Virgen." A causa de la guerra, han cesado las peregrinaciones. Pero Don Orione igualmente invoca a la Santísima Virgen por la nación, en especial por los soldados en el frente de batalla y por su querida Tortona. Y exhorta a todos a hacer lo mismo, comprometiendo a la ciudad toda en un voto público; el de construir un grandioso santuario mariano. Lanza esta iniciativa precisamente en el Barrio de San Bernardino, el más difícil y turbulento barrio de Tortona; tanto que si los sacerdotes se atrevían a poner los pies en él -así sea para cumplir con su ministerio- corrían serios peligros. Pero allí hay una humilde iglesia del siglo dieciséis, nada menos. Serían las mismísimas lavanderas, las mujeres más aguerridas del barrio, las que tomarán cartas en el asunto y le dirán a Don Orione:
Ud., Don Orione, venga nomás; que si alguno se atreve a molestarle, nosotras saldremos en defensa suya, con nuestros zuecos y chancletas.Y fue allí donde ya existía la devoción a la Virgen de la Guardia, donde por aclamación popular se hizo el voto de construir un santuario. Era el 29 de agosto de 1918, fiesta de la Guardia. En noviembre de ese mismo año la guerra termina. ¡Gloria y honor a la Santísima Virgen! ¡Don Orione rebosa de alegría! Para la fiesta de la Guardia de 1919, el 29 de agosto, encabeza una solemne procesión que sale del mismísimo San Bernardino -barrio cerrado a los "curas"-; y llegados a la catedral, se renovará solemnemente la promesa del santuario. En los años posteriores la procesión llegará hasta lo alto del antiguo "castillo", y en medio de la luz de miles de antorchas, subido a la torre milenaria, Don Orione enfervorizará a las masas con palabras de fe en Dios, de amor a la Santísima Virgen, a la patria, al Papa; de agradecimiento por los pasados peligros de la guerra, de bendición y esperanza para el futuro de la ciudad de Tortona.

Un día :
13 de noviembre del año 1921, Don Orione llega por primera vez a Argentina, procedente de Brasil, y acepta una iglesia en Victoria en la que encuentra una imagen de la Virgen de la Guardia.

ORACION A SAN LUIS ORIONE

San Luis Orione, que desde tus más tiernos años sentiste una irresistible atracción hacia Dios, y, animado por una devoción filial a la Santísima Virgen, ofreciste la vida entera en holocausto de amor a Cristo y a la Iglesia, en generoso servicio de caridad hacia los hermanos, especialmente hacia los que sufren y los pobres, tus predilectos: Obtennos la gracia de seguir tu ejemplo, para servir a Dios y al prójimo con tu misma generosidad y difundir ampliamente el mensaje de amor que Dios, por tu intermedio, ha querido comunicar al mundo entero. Amén.



Oración a la Santísisma Trinidad

Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, t e adoramos y te damos gracias por la inmensa caridad que has infundido en el corazón de San Luis Orione y por habernos dado en él al apóstol de la caridad, al padre de los pobres, al bienhechor de la humanidad dolorida y desamparada. Concédenos imitar el amor ardiente y generoso que San Luis Orione ha abrigado hacia Ti, la Virgen Santísima, a la Iglesia, al Papa y todos los afligidos. Por sus méritos e intercesión, concédenos la gracia que te pedimos para experimentar tu Divina Providencia. Amén

miércoles, 20 de febrero de 2008

SANTOS DE FAMILIA : Para conocer, para rogar, para imitar...
  • Beato, Sac. FRANCISCO DRZEWIECKI, muerto por causa de la fé en la 2ª. Guerra mundial en Dachau (Alemania).
  • Don CARLOS STERPI (Venerable) primer sucesor de Don Orione,
  • Venerable, Fray AVE MARIA (César Pisano) eremita ciego de la Divina Providencia.
  • Siervo de Dios, Don GASPAR GOGGI. *Siervo de Dios, Sac. RICARDO GIL BARCELON, muerto por los revolucionarios por causa de la fe en Valencia (España). Siervo de Dios, Aspirante ANTONIO ARRUÉ PEIRÓ, muertos por los revolucionarios por causa de la fe en Valencia (España).
  • Sierva de Dios, IRMA MARIA PLAUTILLA de la Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad.
  • Siervo de Dios, Padre JUAN MESSINA sacerdote y fundador.


lunes, 18 de febrero de 2008


EL DIA DE LA MADRE

Celebramos el tercer domingo de octubre el “Día de la Madre”, íntimo festejo que nace de lo profundo de nuestros corazones. Queremos tributar nuestro reconocimiento a todas las madres en su día, en la persona de doña Carolina Feltri de Orione, venerada madre de San Luis Orione. Mujer de carácter sumamente serio, madre ejemplar, supo educar al pequeño Luis en el temor a Dios y en el amor a sus semejantes. El mismo Don Orione trazó una vívida pintura de su querida madre, en una carta dirigida a Don Adaglio, el 7 de febrero de 1923. Hay en ella rasgos significativos que completan el cuadro de pobreza existente en el hogar de Don Orione y las virtudes que adornaban a su querida madre. “Mi madre me puso a mí, que era el cuarto hijo, los trajes de mi hermano mayor, que tenía tres años más y, pobre mujer, aquellos trajes los había hecho usar a los otros tres, antes que me tocara el turno; pero nos ha dejado un poco de dinero, que en parte fue para los primeros huerfanitos de la Divina Providencia, y nos ha criado bien, como se dice, para honor del mundo. Sabía combinar todos los retazos, saliendo de allí vestiditos; así como la familia triunfaba en medio de la pobreza honesta y discreta. . . Aquella pobre viejecita aldeana, que era mi madre, se levantaba para trabajar a las tres de la madrugada. Parecía un huso continuamente en movimiento, ingeniándose siempre para ser mujer cabal, aunque también cumplía el papel de hombre, pues nuestro padre estaba lejos, trabajando en Monferrato. Manejaba la hoz para cortar la hierba, afilándola ella misma, sin llevarla al molador; hacía la tela con el cáñamo hilado con sus propias manos. Y mis hermanos se repartieron tanta sábana, tan hermosa lencería... ¡ Pobre mi madre !”



“¿Me preguntas que es la madre? Juanta el perfume de todas las flores y el arrullo de todas las alas; la firmeza de todas las montañas y la inquietud de todos los ríos; la frescura de todos los valles y la mirada de todas las estrellas; la caricia de todas las brisas y el beso de todos los labios. “Todo guardado por Dios en un corazón de mujer: ESO ES LA MADRE”.

(Monseñor Dr. Antonio María Barbieri)


Juan Pablo II (Homilía del Santo Padre durante la Misa de la beatificación de Don Orione, Plaza de San Pedro, Vaticano, 26 de octubre de 1980)

Don Luis Orione se nos presenta como una maravillosa y genial expresión de la caridad cristiana. Es imposible sintetizar en pocas frases la vida azarosa y a veces dramática de aquel que se definió, humilde pero sabiamente, "el changarín de Dios". Pero podemos decir que fue ciertamente una de las personalidades más eminentes de este siglo por su fe cristiana, profesada abiertamente, y por su caridad vivida heroicamente. El secreto y la genialidad de Don Orione brotan de su vida, tan intensa y dinámica: ¡Se dejó conducir sólo y siempre por la lógica precisa del amor! Amor intenso y total a Dios, a Cristo a María, a la Iglesia, al Papa, y amor igualmente absoluto al hombre, a todo el hombre, alma y cuerpo, y a todos los hombres, humildes y sabios, santos y pecadores, con particular bondad y ternura para con los que sufrían, los marginados, los desesperados. Tuvo el temple y el corazón del apóstol Pablo, tierno y sensible hasta las lágrimas, infatigable y animoso hasta la intrepidez, tenaz y dinámico hasta el heroísmo, afrontando peligros de todo género, tratando a las altas personalidades de la política y de la cultura, iluminando a hombres sin fe, convirtiendo a pecadores, siempre recogido en continua y confiada oración, acompañada a veces de terribles penitencias. Un año antes de la muerte, había sintetizado así el programa esencial de su vida: "Sufrir, callar, orar, amar, crucificarse y adorar". Dios es admirable en sus Santos y Don Orione es para todos ejemplo luminoso y consuelo en la fe.MANTENGAN EL ESPIRITU DE SU FUNDADOR"El espíritu del Beato Don Orione invada sus almas, las sacuda, las haga vibrar con santos proyectos, las lance hacia los sublimes ideales que él mismo vivió con heroica constancia".






Un día . . .

4 de octubre de 1886: entra al Oratorio de Valdocco, allí conoce a Don Bosco.
16 de octubre 1889: ingresa en el Seminario de Tortona.
15 de octubre 1893: abre un pequeño colegio en el barrio San Bernardino.
26 de octubre 1980: El Papa Juan Pablo II lo beatifica, presentándolo a toda la Iglesia como "una maravillosa y genial expresión de la caridad cristiana".
Octubre de 1984: llega por tercera vez a la Argentina, ya no vivo, sino a través de su corazón que es traído en un relicario especial, para recorrer todas las comunidades.

domingo, 17 de febrero de 2008

HOMENAJE A SAN LUIS ORIONE


24 de septiembre – N. S. De la Merced (Patrona de Tucumán)


“La devoción a María —nos recuerda Don Orione— no es simplemente un adorno de nuestra santísima religión, ni una flor cualquiera, un socorro, como tantos otros de los cuales podemos servirnos o no, como nos gusta; sino que es una parte integral. Dios no quiso venir a nosotros más que por medio de María. Y nosotros no podemos ir a Dios más que por medio de María”. Para comprender esta gran devoción mariana de Don Orione, es preciso acercarse a su historia personal, toda entrelazada de "gracias" y de "devoción", que llenaba de María toda su vida.Esta experiencia de relación filial con María se extiende también a la vida de la Pequeña Obra desde la fundación, tanto que Don Orione llega a decir "es María Santísima la Celestial fundadora de la Congregación. Lo considero por los hechos extraordinarios acaecidos en los comienzos de la Pequeña Obra y en el decurso de estos años".


Un día . . .
4 de septiembre de 1885: ingresa al convento franciscano de Voghera, de donde saldrá al año siguiente a causa de una grave enfermedad.

24 de septiembre de 1934: llega por segunda vez a Argentina, en ocasión del Congreso Eucarístico Internacional, en compañía del Legado Papal, Eugenio Pacelli, luego Pío XI


APUNTES DEL XXX ENCUENTRO
DE LOS AMIGOS DE DON ORIONE:


La clave del presente y futuro de los grupos de Amigos de Don Orione… No está fuera … está dentro de los mismos grupos de Amigos … Es cuestión de compartir una visión común y continuar la marcha con disciplina y pasión.


PENSAMIENTOS a superar …
Tenemos que ser muchos... Si somos pocos, no vale la pena reunirnos... Si el cura o la hermana no nos tienen en cuenta, si ellos no convocan las reuniones, si no nos acompañan … entonces … Si ya está el Movimiento Laical Orionita … al fin y al cabo es todo lo mismo … Somos siempre los mismos en todo … Si en las obras de la comunidad no nos dan cabida …

FORTALEZAS: Comprende el conjunto de características internas del grupo que contribuye a fortalecer la identidad y misión del “grupo de Amigos de Don Orione”


DEBILIDADES: Expresa el conjunto de características internas del grupo que constituyen desventajas o factores que dificultan el logro de sus objetivos propuestos.

OPORTUNIDADES: Conjunto de situaciones, fenómenos, hechos, tendencias o características del entorno del grupo que están ocurriendo o que pueden ocurrir en el futuro y que contribuyen o facilitan el fortalecimiento y crecimiento del grupo de Amigos, si se aprovechan en forma oportuna y adecuada.


AMENAZAS: Conjunto de situaciones, fenómenos, hechos, tendencias o características del entorno del grupo que están ocurriendo o pueden ocurrir en el futuro y que dificultan la misión del grupo de Amigos.

Años compartidos
Mañanas, tardes y noches
Iglesia de Cristo
Gracias y Bendiciones
Orione nos une
Sacerdotes, Obispos, Religiosos y Amigos
Dios Padre
Obra Divina Providencia
Nos acompaña
Ofrenda generosa en bien de los Pobres
Recibiendo, acompañando y ayudándolos
Infinitos caminos recorridos
Oración fraterna de unión en los encuentros
No desfallece nunca
Eucaristia perenne, que fortalece y guía espiritual.



¡ Ave María y Adelante!
(Emma L. Galván)




DECÁLOGO DE LOS AMIGOS DE DON ORIONE
1-CONOCER la vida del Fundador para vivirla y difundirla a los demás
2-VALORAR la vida Sacramental como un don para nuestro corazón.
3-CONFIAR plenamente en la Divina Providencia.
4-PROFUNDIZAR nuestra oración personal y grupal.
5-SERVIR en los hombres al Hijo del Hombre, especialmente a los más necesitados.
6- VIVIR para Jesús, nada fuera de Jesús, nada que no sea Jesús, que no lleve a Jesús, que no respire a Jesús.
7-TENER siempre a María como Mediadora, será guía y fortaleza para cada uno. Ella es nuestra Madre Misericordiosa.
8- SER fiel al Papa, él será nuestro Credo, nuestra moral, nuestra vida, para nosotros el Papa debe ser Jesucristo.
9-AMAR a las almas, teniendo un gran corazón y la divina locura por todas ellas, sin excepción.
10-RESCATAR todo lo que permita crecer y ser feliz como familia orionita.

XXX ENCUENTRO NACIONAL AMIGOS DE DON ORIONE
18 Y 19 DE AGOSTO 2007 VILLA GIARDINO (CORDOBA)
“IDENTIDAD Y MISION DE LOS AMIGOS DE DON ORIONE HOY”

En estas jornadas nos propusimos: Compartir la visión actual de la MISION de la Familia Orionita, y desde la misma, con la ayuda del Espíritu Santo y el diálogo fraterno, fortalecer la identidad y misión de la Asociación de los Grupos “Amigos de Don Orione”.
MISION ORIONITA: Para descubrirla y profundizarla debemos mirar:
1º Don Orione: su persona (vida, ejemplos, enseñanzas, acciones, …)
2º Carisma de fundacion: lo que Don Orione quiso transmitir a quienes adhirieron a su proyecto (“espíritu propio”) para que sea vivido, profundizado y desarrollado.
3º La Familia Orionita hoy: el “cuerpo” animado por el “espíritu” de Don Orione que debe responder a los desafíos de la época.
CARISMA DE FUNDACION
¿Cuál es LA MISION que nos encomendó Don Orione?
Difundir el conocimiento y el amor de Jesucristo y de la Iglesia a todas las personas, especialmente en el pueblo más humilde, mediante las obras de caridad entre los más pequeños, débiles y excluidos de la sociedad

Amigos . . . “¡Adelante, con Dios y con María! ¡Que cada día sea como el primero! ¡Adelante, siempre adelante en las obras de bien!”(San Luis Orione)
AGOSTO 2007 – BOLETIN Nº 1
TUCUMAN – REPUBLICA ARGENTINA

Un poco de historia . . .
Hacía tan sólo dos meses que el Apóstol de la Caridad partía hacia la eternidad. El 6 de mayo de 1940, nacía en Milán, Italia, el primer grupo de Amigos. Su fundador fue el senador Esteban Cabazzoni. Este grupo tendría como finalidad cooperar, conservar y difundir el espíritu de Don Orione. Don Sterpi llamó a los Amigos “Cenáculo de almas que sienten todo el atractivo de las enseñanzas que les dejó el Fundador para llevarlas a la práctica en eficaz apostolado de bien. Son nuevas formas de caridad que se unirán mas adelante a todas las obras para fortalecerlas y mejorar cada vez más las instituciones de la Pequeña Obra”.
En la Argentina fue el Doctor Rómulo María Garona Carbia quien funda la Asociación Amigos de Don Orione, el 12 de marzo de 1956. Era una noble personalidad, esposo, padre, médico, educador, apóstol, conferencista, hombre de gran acción. Su fin era hacer conocer su obra. Se propuso formar filiales en el interior del país. De este modo, se abrieron asociaciones en Córdoba, Tucumán, Chaco, Victoria, entre otras. Fueron sus palabras: “Cada comunidad se reunía mensualmente para revivir juntos los santos ejemplos del Apóstol de la Caridad, y seguir de cerca sus obras.
Don Orione había bendecido desde el cielo la providencial iniciativa. En muchos lugares de Italia funcionaban los grupos y, en todas partes, el espíritu que los animaba era el mismo, y también el fin: vivir y difundir la caridad de Cristo, bajo la luz de los ejemplos del Padre de los pobres. Aún hoy el Santo Fundador nos llama, convocándonos, renovados, con fuerza para que no nos apartemos de las filas del ejército de la Caridad, ejército, llamado a colmar de amor los surcos de la tierra. Es él quien nos convoca, por el bien de nuestras almas, y por felicidad de nuestra Patria, no prestemos oídos sordos a esta providencial invitación que se nos hace”.
(Dr. Rómulo María Garona Carbia)

Los Amigos colaboran en: Cottolengos, escuelas, fundaciones, parroquias, talleres, hogares, comedores. Compartimos: retiros, peregrinaciones, celebraciones, charlas.
A lo largo de estos 50 años, los Amigos, fuimos descubriendo, viviendo y difundiendo quién era el Fundador, sus obras, sus escritos, su pedagogía, sus cuatro grandes Amores. Hoy, con un espíritu renovado queremos seguir profundizando sobre su vida con un Sí generoso en las distintas actividades compartidas: charlas, retiros, encuentros, convivencias, eventos, y por sobre todo dando testimonio de cristianos orionitas.